27 de julio de 2010

Inflexiones sobre el caos (2 de ∞, la digresión)

—Joven Mriklo, ahora qué hace —preguntó el doctor Amoah.
—Pienso, profesor, pienso en todo lo que jamás voy a poder pensar.
Tras dudarlo un instante, el doctor Amoah fue directo en su respuesta:
—No piense demasiado entonces, joven Mriklo: haga. Y ante su inminente respuesta, pues sé que me dirá que pensar es hacer, piense antes de hacerlo. Nunca es demasiado grande para usted, así como siempre es demasiado pequeño. No use esas palabrotas, joven Mriklo, no las use nunca más —el profesor Amoah ahogó una carcajada solemne.
Tras el silencio, Mriklo pudo entender la naturaleza de la naturaleza, que equivale a decir que no entendió nada. Pero lo supo asimilar y lo supo expresar. Sería después, claro, sería mucho después, y sería paulatino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario